El estrés puede estar presente en cada uno de los aspectos de nuestra vida, ya sea en un ambiente laboral, doméstico o íntimo.
Pero debemos saber que su exceso y descontrol pueden ser nocivos para la salud. En lo que a la Fertilidad se refiere, todos los profesionales del sector apuntan a que es un factor determinante. De hecho, el estrés es una de las causas que pueden influir negativamente en la capacidad para quedarse embarazada.
Nos podemos encontrar, tras el primer intento, el Embarazo no llega. Tras los sentimientos experimentados a la hora de tomar la decisión de comenzar, aparecería aquí un segundo estadio de ese estrés: el del primer fracaso. Pero lo que las pacientes han de tener presente siempre es que el triunfo no es fácil. Algunas tendrán suerte, y serán objeto de comparaciones innecesarias con el caso propio, pero lo cierto es que cada proceso es diferente y hay quien debe intentarlo varias veces para llegar al último de los estadios: el éxito.
Es importante que la mujer escoja un médico con el que pueda hablar con confianza de ciertos temas delicados, como el sexo, el control de la natalidad y el embarazo.
Toda mujer debería hacerse un examen ginecológico completo anualmente desde el momento que comienza a tener relaciones sexuales. A partir de los 25 años, aunque no tenga relaciones sexuales deberá realizar una revisión ginecológica.
La prevención para detectar factores de riesgo que deban corregirse y evaluar el estado del aparato genital y las mamas, para comprobar su normalidad o poder detectar patologías que requieran tratamiento.